Opinión

El PSOE, en la UCI por mucho tiempo

Al primer secretario general del PSOE elegido mediante primarias, Pedro Sánchez, diecisiete miembros de su ejecutiva se creen legitimados para cesarlo. Si al presidente Mariano Rajoy le presentan la dimisión la mitad más uno de sus ministros, a nadie se le ocurriría decir que los ministros han cesado a Rajoy. En 1986 Xosé Luis Barreiro, a la sazón vicepresidente de la Xunta de Galicia, en una reunión del Consello, solicita la dimisión del presidente  Gerardo Fernández Albor. Albor no dimite y a continuación Barreiro y todos los miembros del Consello presentan su dimisión irrevocable. Gerardo Fernández Albor, es cesado meses después en el órgano que lo había elegido, el Parlamento gallego, mediante una moción de censura. Aquella operación de Xosé Luis Barreiro, se le llamó "barreirazo" recordando "el tejerazo" del 23-F. A la operación de los críticos de Pedro Sánchez hay que bautizarla como  "el susanazo" con una clara diferencia, Xosé Luis Barreiro dio las razones por las que pedía el cese de Albor, primero en el Consello y después en los medios de comunicación. Susana Díaz está agazapada como las hienas esperando que el cadáver deje de palpitar. Los de "el susanazo" quieren presentar un informe de la comisión de garantías. Una comisión creada para dirimir conflictos entre órganos ejecutivos, por ejemplo una discrepancia entre la Ejecutiva de Castilla y León y la Ejecutiva Federal. Pero los estatutos que tanto utilizan de forma fraudulenta, los de "el susanazo" dicen claramente que esta comisión solo se puede reunir si es convocada por su presidente. Si no la reunión de  tres de sus miembros será la reunión de tres militantes y el papel que elaboren pues un papel de tres militantes. Los de "el susanazo" no se han atrevido, salvo en el caso de Guillermo Fernández Vara, líder del PSOE de Extremadura, hacer pública su postura sobre el tema central del debate, si están a favor o en contra de abstenerse en la votación de investitura de Mariano Rajoy, ni Susana Díaz , ni Madina, ni otros dirigentes, han sido capaces de aclarar su postura ante los medios de comunicación. El motivo está bien claro, la militancia y los votantes socialistas no quieren la abstención. Ese argumento  de que el PSOE tiene que preocuparse más de España que de los problemas interiores del partido, utilizado por los "susanazos boys" es falso, si estuvieran tan preocupados por ese motivo habrían solicitado la convocatoria del Comité Federal presentando las  firmas de 60 miembros de ese Órgano. Firmas que tienen. El motivo de no hacerlo es que, pedir una reunión del Comité Federal que tiene tomada la decisión de no votar a Rajoy sólo se podía interpretar por que quieren cambiarla, y quedarían al descubierto ante ciudadanos y militantes.
El grave problema que tiene el PSOE es que las heridas son tan profundas que, gane quien gane esta batalla, el PSOE tardará muchos años en cicatrizarlas y muchos años más en recuperar la confianza de los ciudadanos. 

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