Yo siempre he llamado a Fernández Albor, Don Gerardo, mientras que los otros presidentes, González Laxe, Fraga y Touriño, me he dirigido a ellos como presidentes. Y no fue por casualidad. Siempre vi a Fernández Albor como un médico que en vez de salvar vidas, se dedicaba a mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos y lo hacía utilizando el método de un médico de familia: comprensión, tacto, paciencia y sentido común. Es verdad que en su equipo de gobierno tenía dos hombres que le hacían el trabajo complicado: Xosé Luis Barreiro en la parte política y Carlos Mella cuadrando los números de presupuesto. Y aquel sistema funcionó durante unos años. Barreiro se quedó de segundo porque Mella se marchó cuando Fernández Albor le dio la razón a Barreiro para invertir unos miles de millones que venían de Madrid en la puesta en marcha de la televisión y la radio galegas. Pero, como es lógico, Xosé Luis Barreiro se cansó de que la popularidad y el cariño se lo llevara Fernández Albor.
Recuerdo un mitin en Villagarcía, creo que fue en las elecciones municipales de 1983, donde Xosé Luis Barreiro hizo un magnífico discurso político sobre la situación política de Galicia. Los aplausos fueron los de compromiso, los de quedar bien. Pero cuando Gerardo Fernández Albor, se dirigía al estrado para intervenir la ovación fue estruendosa y al acabar no salió a hombros de milagro. Eso fue quemando a Xosé Luis Barreiro, lo que derivó en aquel consello de la Xunta en el que el vicepresidente y todos los conselleiros dimitieron para forzar la salida de Don Gerardo. Pero ante esta situación, Fernández Albor, volvió a actuar como un médico, nada de político. Y aguantó. Y Fraga, que había dado el visto bueno a Barreiro para la operación cambió de posición y apoyó a Fernández Albor.
Aquella batalla la ganó Don Gerardo pero poco tiempo después perdió la moción de censura que hizo presidente de la Xunta al socialista Fernando González Laxe. Yo recuerdo muy bien algunas anécdotas de Don Gerardo. Yo cubría para la Radio Galega la información institucional del presidente de la Xunta. Después de un viaje a Castilla León Don Gerardo pronunció una conferencia en el hotel Olit Meliá de Valladolid. Cuando estábamos en el coctel Don Gerardo me llamó y me dijo: "Te voy a presentar a quien será futuro presidente del Gobierno de España". Era José María Aznar, que aún no había ganado ni la presidencia de Castilla y León. En otra ocasión, no recuerdo muy bien donde, Fernández Albor me hace la siguiente pregunta: "¿Portela, por qué todos los periodistas sois comunistas?" "Don Gerardo, no todos somos comunista, algunos somos socialistas y de otras ideologías", le dije. "Sí, sí," me contestó, "pero todos de izquierda". Estas anécdotas demuestran que Don Gerardo de político tenía poco, pero de buen hombre y de sentido común tenía mucho. Descanse en paz Don Gerardo Fernández Albor.
