Opinión

Wonder Woman, cualquier mujer

Tras más de setenta años de existencia, las Naciones Unidas –enarbolando la bandera del machismo- refrendan el nombramiento de otro hombre como secretario general, al tiempo que anuncian la designación de una súper heroína como nueva embajadora animada. En su empeño por lograr la igualdad de género y empoderar a las mujeres, la ONU no ha dudado en otorgar su representatividad a un personaje poderoso, relevante, respetado, femenino, y que además vuela, pero en fotonovela.
Que pertenezca al mundo del cómic y no pueda partirse la cara en el plano real en la lucha desigual por la igualdad y los derechos de las mujeres, es lo de menos. Pero aunque en sus aventuras Wonder Woman se tutea con Supermán y tiene más poder que cualquiera de sus compañeros de mallas de la Liga de la Justicia, fuera del papel dibujado esta insigne embajadora no podrá tomar decisiones administrativas, políticas o sociales -vitales- para el progreso de las mujeres. Supongo que la elección de la Mujer Maravilla pretende ser un símbolo del poder y la energía que se quiere poner a disposición de la causa de la igualdad de género, pero –sin menospreciar la figura de la amazona Diana- cualquier mensaje de Mafalda tiene mucha más fuerza y valor moral que los mamporros contra el mal de la princesa de Themyscira. 
Ahora bien, si se trataba de escoger necesariamente un héroe de ficción del universo DC o Marvel, mejor una mujer a la que Donald Trump no pueda agarrar por ninguna parte del cuerpo y a la que ni en sueños podría besar. Una valiente que representa a las mujeres dispuestas a vencer cualquier obstáculo y muy por encima de las acciones y manifestaciones del tristemente famoso magnate americano cuya mentalidad no es una simple excepción entre muchos machos que infravaloran el género femenino en cualquier ámbito. Que se lo expliquen al jurado de los Nobel, que ha designado solo a hombres como agraciados de sus premios este año 2016, que pasarán a sumar a los 833 premiados varones, frente a las 49 mujeres en la historia de estos reconocimientos. Que se lo cuenten a Bob Dylan -si se pasa a recoger el Nobel de literatura-, y tal vez tengamos una nueva versión -pura poesía- de su "Just like a woman". Como Wonder Woman, cualquier mujer.

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