Opinión

¿Tomamos un café?

Ya no tendremos consuelo cuando nos presentemos a primera hora en la administración y tengamos que esperar por el funcionario encargado personalísimamente de nuestro expediente, que está tomando café. Porque la eternidad que se nos antoja cada minuto que pasa en dicho acto, le está sentando bien y alargando la vida. Y si a lo largo de la mañana se toma tres tazas –cosa que más de uno hará, puesto que son inteligentes-, su riesgo de mortalidad prematura se reducirá en un 18%, si es hombre, y en un 8%, si es mujer. 
Pero, bromas aparte, y partiendo de la base de que la dualidad café-empleado público es una leyenda urbana sin justificación, los estudios científicos más recientes aseguran que la otrora bebida infernal se asocia hoy con una probabilidad menor de morir, sobre todo por enfermedades del corazón y digestivas. Tomar de una a tres tazas de café al día supone casi reírse de la muerte y alejarse de su guadaña sorbo a sorbo. Y yo, que veía casi como un héroe a mi compañero de trabajo que tomaba su insulso tecito rojo mientras yo obstruía mis arterias con la cafeína pura mojada en churros grasosos, no puedo dejar de reírme pensando en que ahora la palmará seguro primero.
Para los que piensen que esto es un vil truco del lobby de las grandes empresas cafeteras, o una confabulación del clúster de bares y cafeterías, tengan en cuenta que los estudios sobre el tema se han hecho a pares y sobre una población de 750.000 participantes durante dieciséis años continuados. Vamos, que no ha sido cosa de preguntar cómo se encuentran durante quince días a dos o tres clientes de bar acostumbrados al carajillo, sino algo totalmente serio. Se nos caen los mitos, y van quedando pocas razones para aseverar con rotundidad que algo es malo en sí mismo. El pescado azul que atestaba los mares porque pescarlo para llevarlo a la boca era convocar al demonio nutricional, es rico en omega 3 y cardiosaludable. Los huevos, que ponían el colesterol por las nubes, contienen sin embargo lecitina que ayuda a regularlo y por eso hoy nos importa un huevo tomar hasta dos. Y si nos duele la barriga nos tomamos un ibuprofeno que es tan malo como bueno, y por lo tanto será inofensivo.
En fin, no nos podemos fiar. Quién sabe si, en un futuro no muy lejano, hasta el tabaco, el Partido Popular y Rajoy serán buenos. Aunque no sé si alargarán la vida, o apetecerá vivir para contarlo. Les dejo, que voy a tomar otro café, ya se imaginarán por qué.
 

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