Opinión

Veneno social

Resulta francamente desagradable ver comer de cerca a gente de clase baja (entre la que me incluyo). Pues sí, tan desagradable como ver de cerca un sobaco desconocido o una bronca entre dos personajes por ver quien se acostó antes el famoso o famosa de turno. Todo esto pasa hoy en televisión. Ese es el modelo de la televisión generalista de prime time. 
Hice zapping. En un canal me encontré a una chica que se había ido a vivir a casas de un chico que no conocía y que le estaba contando como hacía el sexo con su novio, con el que tenía problemas de convivencia. En otro, con dos tíos con barba que se acababan de conocer y que estaban metidos en un jacuzzi, hablando sobre cuántos novios había tenido uno y sobre lo promiscuo que era el otro. No podía faltar Belén Esteban, que con la vena del cuello a punto de estallarle le lanzaba unos improperios incalificables a una propia que acababa de salir de un reality del que ponían imágenes de todo quisqui sin camisa deambulando por una casa desgastando sus sobacos contra los sillones. Y en un cuarto había un grupo de personas que habían ido a cenar a casa de otra y que censuraban el menú mientras engullían, masticaban y hablaban a la vez en primerísimo plano. Francamente, repulsivo.
Uno ya sabe que hay broncas de pareja, que los sobacos existen y que no todo el mundo tiene el mismo decoro a la hora de sentarse a la mesa. Pero, ¿resulta estrictamente necesario verlo da forma tan explícita y generalizada? ¿Es necesario que se conmemore indiscriminadamente la grosería, la vulgaridad y la ordinariez? No sé si es lo que se lleva, si es lo que gusta o si es lo que más dinero da.
No sé a ustedes, pero a mí no me gusta lo que veo en televisión. Pero lo cierto es que tampoco me gustan los modelos de conducta que veo a mi alrededor. Por tanto, creo que, tristemente, nuestra televisión no es más que una extensión directa de lo que somos, en lo que nos hemos convertido o en lo que alguien ha querido que nos convirtamos. ¿Es el papel de la televisión actual el de formar, informar y educar? Pues parece que el personal no anda muy formado, más bien deformado; de estar informado a pasado a estar adoctrinado y me temo que prefiere estar entretenido a ser educado. 
Es cierto que el mando nos da el poder de discriminar contenidos, pero también lo es que haya colectivos altamente manipulables, como el infantil. Nosotros nos hemos criado con La Clave, Estudio 1, A fondo, … y así nos va. Pánico me da las generaciones que vienen. Creo que estamos ante un verdadero y sigiloso problema de salud; de salud intelectual. 

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