Opinión

Una ida de olla

Sus consejos están llenos de sentido común. Como trabaja con la materia prima que le da un conocimiento largo de lo que ocurre con jóvenes y adolescentes, las reflexiones que realiza sobre esta dura etapa de la vida -que los padres se encargan de complicar una veces por más y otras por menos-, pueden servir de pauta para evitar errores. El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, se sorprende de que ahora, al término de cualquier curso, se está implantando la idea de celebrar una fiesta de graduación con sus birretes y sus bandas. “Si con las comuniones se nos está yendo la pinza, con las graduaciones se nos está yendo la olla”, afirma. Además de ser una costumbre importada, una vez más, los padres y colegios tendrían que empezar a poner coto a estas iniciativas que, con su proliferación, se desvirtúan. 

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