Opinión

Tal como somos

Cuando todo el mundo se hace mientes del comportamiento cívico de los transeúntes que paseaban por Las Ramblas de Barcelona en el momento del atentado del pasado día 17, cuando los gestos de solidaridad se multiplicaban por parte de todo aquel que pudiera hacer algo, socorrer, alojar, dar agua, transportar, acoger, refugiar, consolar, ayudar en definitiva, algunas de las personas que pudieron ser víctimas de los terroristas y que buscaron salvarse en el mercado de La Boquería se dedicaron al pillaje, al hurto, a la rapiña de menor cuantía mientras huían del horror y, olvidándose de que podían yacer en medio de la calle, desvalijaron puestos, arramplaron con mercancías, actuaron como descuideros y demostraron una vez más que somos capaces de lo mejor y de lo peor en el mismo instante de zozobra.  

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