Opinión

Pasión futbolera

¿Recuerdan aquella canción de Rita Pavone titulada “El partido de fútbol”? En sus primeras estrofas se preguntaba: Por qué, por qué…/ los domingos por el fútbol me abandonas,/ no te importa que me quede en casa sola/ no te importa, por qué, por qué/ no me llevas al partido alguna vez! Y luego seguía con un cierto mosqueo, porque pensaba que su pareja en lugar de ir al estadio se la estaba pegando con otra. Y no, nada de adulterio. Unos científicos portugueses acaban de descubrir que la pasión por el fútbol activa los mismos mecanismos cerebrales que el amor romántico. Ocurre que este se acaba y la pasión por los colores se mantiene en el tiempo. No obstante, como el amor romántico y la pasión futbolera son patrimonio de ambos sexos, las parejas pueden optar por dar rienda suelta a su dopamina de una u otra forma. O alternativamente. O según el tiempo de relación.

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