Opinión

No es broma

Están ya en marcha las candidaturas para el Premio Nobel de la Paz de este año y organizaciones públicas y privadas y particulares comienzan a presentar sus propuestas. Algunas pueden ser evidentes, otras son imposibles de salir adelante, como la de Edward Snowden y otra son una provocación o una broma de mal gusto, como tratar de que se lo den a Donald Trump, o a  Vladimir Putin. Parece que en estos casos el premio no sería por lo que hacen, sino para que no hagan lo que pueden hacer, con el americano multiplicando por n el presupuesto militar para no volver a perder una guerra, y el ruso hecho un oso imperialista que se quiere comer un trozo de Ucrania y tiene acongojados a algunos países que se separaron de la Unión Soviética. Que miedo. 

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