Opinión

Nada de eso

El candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Iñigo Errejón ha propuesto ‘darle una vuelta” al himno de Madrid y sustituirlo por la canción de Joaquín Sabina “Pongamos que hablo de Madrid”. Nada en contra del cantautor jiennense enamorado del foro donde vive y trabaja, lo que le convierte en madrileño de postín. Pero mejor continuar con la letra escrita por el poeta zamorano Agustín García Calvo, -ácrata, por simplificar- que pergeñó una letrilla divertida, tan incomprensible como otros himnos regionales y que recogía un guiño castizo. Además, no habla de una derrota y como nadie lo canta nadie se lo sabe -y la música de Pablo Solozábal menos- y demuestra que la idiosincrasia de los madrileños es la de una tierra de acogida. Lo de Sabina está bien, aunque es una canción muy generacional de la que se salva el estribillo. O sea que mejor dejarlo como está y no iniciar un debate sobre el no himno de Madrid.

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