Opinión

Si levantara la cabeza

Si levantara la cabeza, -es una frase hecha- y que no la levantará porque no puede ser y porque nos llevaríamos un susto tremendo, se volvería a meter en su tumba bajo la lápida de tonelada y media que la cubre. Jamás podría imaginar, el general o generalísimo que todavía pervive en algunas calles, Francisco Franco, que algún descendiente de su familia acabara regentando un meuble y, lo que para él sería peor, que un ayuntamiento democrático lo precintara, como ya ha hecho el de Barcelona contra uno regentado por ‘Pocholo’ Martínez-Bordiu y sus hermanos, después de varios requerimientos para que lo cerraran. Como desobedeció, algo que no le gustaba nada, pero nada, al suegro de su tío, ha caído sobre ellos el peso de la ley. Democrática. 

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