Opinión

Ha vuelto a ocurrir

Son de recordar aquellas ocasiones en las que Rodríguez Zapatero coincidía con el presidente de Estados Unidos e intercambiaban un breve saludo y desde La Moncloa se daba a esa circunstancia una relevancia inusitada. Ha vuelto a ocurrir. Mariano Rajoy se ha saludado con Donald Trump en el marco de la cumbre de la OTAN y en el breve tiempo del apretón de manos parece que han sellado un acuerdo “para garantizar la seguridad y el bienestar” según el tuit que publicó Rajoy. Y fue solamente eso, la primera vez que se veían. Porque para comer y hablar largo y tendido el americano prefirió al recién nombrado presidente francés, Emmanuel Macron. Y no es que esté mal que Rajoy y Trump se hayan puesto cara. Lo que resulta ridículo es dar tanta relevancia a un hecho normal. Trump, tan adicto a Twitter, pasó del tema.      

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