Mariano Rajoy es el primero de su promoción como registrador de la propiedad. Es el primer presidente del Gobierno que antes de acceder a ese cargo ocupó cuatro ministerios y una vicepresidencia, lo que da para que le quepa el Estado en la cabeza. Es el primer candidato que no superó una sesión de investidura tras haber ganado las elecciones lo que obligo a unas nuevas elecciones. Es el primer gobernante desde la Transición con el que la deuda alcanza el 100% del PIB. Y por último y de momento, es el primer presidente del Gobierno en el ejercicio de su cargo que acude ante un tribunal como testigo, en este caso por uno de los asuntos de corrupción política con más ramificaciones que afecta al partido que preside. Lo que puede no decir Rajoy ante los jueces ya se sabe socráticamente, solo sabe que no sabe nada. En esto, sin embargo no es el primero. Los jueces y los ciudadanos observan con preocupación que se ha desatado una epidemia de amnesia.
