Opinión

El guion

El presidente de VOX, Santiago Abascal, tiene en la mesilla de noche el “Manual del buen ultraderechista” que sigue capítulo por capítulo en sus propuestas para las próximas elecciones y las venideras, porque al contrario de otros partidos que varían algunas de ellas en función del momento, las suyas son inalterables para forjar la reserva espiritual de Occidente. Sus dos primeros mandamientos son el nacionalismo centralista desaforado y considerar la inmigración como causa de todos los males, desde el paro a la delincuencia, y a partir de ahí va desgranando otras lecciones bien aprendidas, como el negacionismo del cambio climático, o la última por ahora, liberalizar la venta de armas que puedan ser utilizadas en defensa propia -33.000 muertos al año en EE UU-. Ya solo le falta ponerse a favor de los antivacunas como la Liga Norte –uno de sus dirigentes ha contraído la varicela- y declararse abiertamente creacionista y, en el cierre de campaña, tierraplanista.    

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