Opinión

Dinamarca

Desde Kosovo a Quebec, pasando por Bélgica o Groenlandia, allá donde exista un problema territorial de naciones sin Estado, ahí están los independentistas catalanes para tratar de asimilar, historia, procedimientos o posibilidades de futuro. La última estación término es Dinamarca. Cataluña será como la nueva Dinamarca si consigue la independencia, dicen sus gobernantes y afines. Desde ese punto de vista nada mejor que abrir ‘embajada’ en el país nórdico, cuyo parlamento y medios de comunicación sí han prestado atención al procés, lo han debatido pese a ser una cuestión interna de España, y han abogado por el diálogo para resolver el contencioso, vaya novedad. Pero ahora parece que le han dado la espalda a su emulador. Ningún miembro del gobierno danés acudió al acto inaugural en Copenhague que contaba con la presencia de Puigdemont y de su ministro de exteriores, Romeva. El Gobierno central también le ha ganado esta mano.
 

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