Opinión

El baile

Los congresos de los partidos no terminan hasta que se evidencia quien ha ganado y quien ha perdido el cónclave y el nivel que ha alcanzado la purga de los vencidos y se produce el baile de escaños, obligados a pasar por las horcas caudinas del cambio de fila. Hay quien representa la viva imagen de la traición al ocupar el escaño del defenestrado tras haber pasado de ser la mano derecha a la que clava el puñal donde más duele, en la amistad inquebrantable. Digamos Antonio Hernando con Pedro Sánchez. Iñigo Errejón ha sido relegado de su escaño de ‘número dos’ para situarse al lado de su enemigo íntimo el coordinador general de IU, Alberto Garzón. El curul lo ha ocupado Irene Montero nombrada portavoz parlamentaria, al lado de su número uno.

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