El alcalde de un pueblo importante de Madrid denuncia que el presidente autonómico, Ignacio González, tiene una cuenta en Suiza y parece que nadie le hace caso, pero a continuación la dirección nacional del PP impide que repita como candidato para el cargo. Como antes afirman que no pueden hacer nada contra él porque no pueden acreditar la denuncia, y porque él niega que sea cierto, algo no casa. O le creen, y no habría problema para que fuera candidato, o no le creen. Y si no le creen y no investigan inmediatamente después es que le están encubriendo, porque su responsabilidad penal no prescribe tan pronto. O sea, que a los dirigentes populares que recibieron noticia de las andanzas del expresidente madrileño les puede comer el tigre: por lo de entonces o por lo de ahora. Lo que no se conoce todavía es el alcance de la onda expansiva.
