Opinión

Con todos ustedes, Belén Iglesias

La continuada presencia de Pablo Iglesias en todo cuanto estudio de televisión existe se está convirtiéndose en un espectáculo un tanto excesivo y en mi opinión, ligeramente obsceno. No hay entrevistador ni conductor de programas por cuyas manos no haya pasado, no existe espacio ni mañanero ni vespertino por el que el ya oficial líder de Podemos no lo haya contado entre sus invitados, y estamos asistiendo a verdaderos recitales de este joven líder antisistema al que no le hace falta pagarse la campaña porque ya se la están haciendo de forma gratuita todos los medios. La actividad vital de Iglesias no tiene fin y unos días aparece cantando a dúo con Javier Krahe y otras mezclando la política y el baloncesto ante la sonrisa comprensiva de Helen Lindes novia de Rudy Fernández. Pablo Iglesias no desprecia oportunidad y acapara todos los espacios de todas las cadenas y en todos los horarios. Seguramente él no tiene la culpa y lo único que hace es responder afirmativamente a todas las peticiones que se le formulan, pero la insistencia con la que el secretario general de la nueva formación se presenta en público desata en cualquier alma bienpensante alguna sospecha. Como dice un amigo mío, alguien tiene que estar pagando esta fiesta y los líderes políticos del resto de los partidos debería formularse esta pregunta. Sobre todo, Cayo Lara, al que la irrupción de este fenómeno mediático cada vez más próximo en su insistencia y en su discurso a Belén Esteban, le ha buscado la ruina. Quizá no toda la desventura política de Lara pueda ser atribuible a la explosión de Podemos pero sí un elevado tanto por ciento. El otro se debe, cierto es, a la cerrilidad del veterano líder, su honda incultura y su tradicional incompetencia. Pero la puntilla se la han dado desde Podemos. Cierto es que si a Cayo Lara le hubieran dedicado las cadenas de televisión una ínfima parte del tiempo que le han regalado a Iglesias a lo mejor aún se hubiera mantenido.
Por lo demás, Pablo Iglesias nuca dice nada serio. Sacará a España de la OTAN y abrirá un proceso para  redactar una Constitución nueva porque la Transición es prehistoria.  Fulminará a los bancos y acabará con los corruptos y cuando se le pregunta cómo se hace todo eso dice que están reunidos. Le falta una visita a la tele del Real Madrid pero todo se andará si no se mete mucho con Florentino.

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