Opinión

La realidad tal como es

La tristemente famosa divisa “España nos roba” que ha servido como piedra angular de las exigencias independentistas del presidente Mas y sus socios, no ha resistido la publicación del informe sobre balanzas territoriales que el Gobierno ha exhibido con carácter estratégico para poner de manifiesto la falacia en la que se apoya esta exigencia catalanista unos días antes de la cita que llevará el día 30 al presidente catalán hasta la Moncloa. Rajoy puede ser premioso y quizá poco resolutivo pero no es en ningún caso tonto y ha mandado publicar las conclusiones emitidas por la comisión de expertos cuyos resultados pulverizan literalmente un argumento independentista usado hasta el infinito y, a la vista de los resultados del análisis, completamente falso. Cataluña no es en absoluto la comunidad española a la que más se debe y a la que peor tratan, Valencia –que ocupa la cabeza entre las más castigadas- le supera ampliamente igual que Baleares. La comunidad de Madrid, por ejemplo, dobla en este capítulo a la de Cataluña pues el déficit fiscal catalán es ligeramente superior a los ocho mil millones mientras el de Madrid supera los dieciséis mil. Las comunidades forales, Euskadi y Navarra dan superávit y algo injusto hay en este singular y añejo tratamiento.
Este capítulo de conclusiones que ha puesto de nuevo en ridículo los argumentos de Mas demostrando de modo irrevocable que el discurso usado sobre la rapiña a la que el resto de los españoles somete al pueblo catalán es falso, se manifiesta también como antesala de un debate recurrente que bascula entre la necesidad de corregir un sistema de financiación territorial imperfecto y la implantación de un orden federal, solución por la que aboga últimamente el PSOE como estrategia con la que tratar de congraciarse con su división catalana, un PSC que nunca ha sabido donde jugar y que se ha sacado de la manga la oferta federalista sin aplicar un análisis ponderado de una opción que seguramente reduciría las cuotas de decisión y autogobierno alcanzadas hasta ahora por Cataluña y que retornaría las competencias que nunca debieron cederse, a sus antiguas manos. Sea como fuere, en vísperas de esa entrevista Rajoy-Mas, el visitante debería ir improvisando un plan B porque el A ha perdido prácticamente todo su contenido.

Te puede interesar