Opinión

Maduro al descubierto

A pesar de las reticencias de Podemos para  poner al menos bajo signos de interrogación las actuaciones de Nicolás Maduro y sus colaboradores, bajo su mando Venezuela se debate en un caos irremediable. No en vano una administración como la que preside el mandatario chavista ha conseguido que uno de los países con mayores recursos naturales de la tierra camine con paso firme hacia su propia destrucción. Venezuela es un país feraz, costero, minero y petrolero y en su territorio creen por sí mismas todas las riquezas posibles. La desastrosa trayectoria gubernativa de este antiguo conductor de autobuses metido a presidente ha conseguido que en los comercios venezolanos falten materias de primera necesidad. Falta pan, falta arroz y falta hasta papel higiénico en sus estanterías. Maduro, que es un perfecto indocumentado y cuyos únicos argumentos para eludir sus responsabilidades son los que suelen utilizar los ineptos consistentes en echarle la culpa al vecino de los males propios, conduce el país con irrevocable vocación hacia la nada. Lleva unos meses agravando la crisis con premeditada contumacia y a la vista de los acontecimientos lo conseguirá de pleno si alguien no lo remedia.
Sin embargo y por primera vez si yo mal no recuerdo, a Maduro le han recibido con una lluvia de huevos y otros objetos contundentes en una visita política de las que le gustan al líder bolivariano y para las que necesita elegir feudos seguros fortificados por sus seguidores. Pero esta vez no ha sido así cuando el presidente  recorría en coche descubierto las calles de San Félix, una ciudad a orillas del Orinoco en el sur de país. Las emisoras de radio partidarias y la televisión pública retransmitían  un paseo que se vio interrumpido por una lluvia de huevos  que cayó por sorpresa sobre el presidente. Los gorilas que le dan escolta se apresuraron a subir al vehículo para cubrirlo y las cámaras y los micrófonos dejaron de transmitir en ese mismo momento pero los vídeos caseros siguieron filmando el suceso que un día después podía contemplarse a voluntad en las redes. Nunca antes Maduro había sido insultado y bombardeado con huevos y piedras. Nunca antes se había producido un incidente tan desagradable…El pajarito aún no ha dicho nada.
 

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