Opinión

Madrid mañana…

Estaba deseando, créanme, desvincularme del comentario de contenido político aunque sea por poco tiempo, a la espera de que vencedores y vencidos se apliquen a la ardua tarea de instrumentar los pactos que definan gobiernos municipales y regionales en esta etapa nueva que se inicia. Pero estoy a estas horas en un Madrid recalentado y aún en conmoción por los resultados que han arrojado sus urnas, y me estoy leyendo por lo menudo el perfil de los diecinueve concejales que siguen a la juez jubilada Manuela Carmena, quien con toda seguridad será su nueva alcaldesa.
Falta le hace a Madrid una buena ducha y un paso por la peluquería porque hacía tiempo que no encontraba a la ciudad en la que he nacido con síntomas tan evidentes de caótico desaseo. Dicen las gentes de aquí, que el control del gasto era obligado para enjugar el agujero que dejó Gallardón en su plan por reconstruir la ciudad. Por ejemplo, el cauce del Manzanares desde la Caja Mágica hasta pongamos la Casa de Campo ha sido objeto de una remodelación asombrosa que nada recuerda aquel cauce miserable y ridículo en el que los patos que ordenó soltar Tierno fueron devorados en una semana por las tribus de acampada en sus orillas- Pero los recortes han sido brutales y han dejado a la capital sin los servicios mínimos exigibles como por ejemplo, su higiene y diario adecentamiento. Madrid, para mi desgracia, está más guarro que nunca.
Esos diecinueve hombres y mujeres que van a tomar el ayuntamiento de Madrid por asalto como si se tratara de una reconstrucción incruenta de la del Palacio de Invierno provienen todos de la pelea política urbana, de las asociaciones de barriada, de los movimientos vecinales, de la izquierda más activa y asamblearia y de los sectores socialmente más defraudados. Y Madrid les ha caído en las manos.
No quería hablar de política de nuevo pero la cabra tira al monte, y de lo que pase en Madrid de aquí a diciembre va a depender en gran medida el concepto que el pueblo llano tenga de esta política emergente que ha nacido en causas como las de la Puerta del Sol y en formaciones como Podemos. Se inicia desde luego una etapa nueva y desde aquí, desde este Madrid con cierto aroma de viejos tiempos, se colocan los primeros ladrillos con los que se construirá ese futuro por otra parte de lo más incierto.

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