Opinión

Los de Eurovisión

En la próxima gala, los concursantes de “Operación Triunfo” defenderán un ramillete de canciones compuestas para cada uno de los concursantes con carácter individual más tres duetos y una canción grupal. Los organizadores de este certamen, han construido cada una de las canciones elegidas, según su propio criterio, para que respondan a las características de cada uno de los concursantes a las que se adjudican o para que nos entendamos están hechas a la medida. Por ejemplo, la navarra Amaia defenderá una canción escrita por Rozalén, y Aitana hará lo propio con otra cuya autora es Alba Reig. Así hasta siete muestras individuales, tres cantadas a dúo más una última que deberán cantar los aspirantes en grupo cuyos compositores son todos los alumnos de esta escuela de artes escénicas y musicales bajo la batuta del arreglista Manu Guix. 
Confieso que no conozco a ninguno de los autores de estas obras. Unos “pedazo de “temazos” compuestos por unos “autorazos” y acompañados por unos “musicazos” si uno tiene que hacer caso al presentador de la gala, que ha decidido magnificarlo todo para que el ámbito en el que se desarrolla el certamen rebase los confines naturales de la prueba. Pir desgracia, mi ignorancia no me ayuda lo más mínimo. Desconozco por ejemplo, quien es el sujeto que se hace llamar Funambulista y tampoco conozco a Brisa Fenoy, ni a un tal Nábalez, escritor de la canción que le ha correspondido a Ana Guerra –a la pobre le tocará, como siempre, salir a escena retorciéndose por el suelo medio desnuda con fuego en el cuerpo y acero en la mirada- del que tampoco tengo referencia alguna. Raúl Gómez, autor de otro de los números, es para la empresa dueña de esta patente y las explicaciones ofrecidas, un compositor de éxito, que ha escrito desde Londres donde reside tras ganar un “talent” hace algunos años, para Blas Cantó y Rosa López. Otro de los autores es Nil Moliner que acaba de sacar su primer disco.
A mí todo este gigantesco entramado que se ha ido apuntalando en torno a estos chicos me da un poco de grima.  La compañía que gestiona este formato televisivo lo ha acaparado todo, ha montado un coto de caza y pesca, se ha adjudicado la presencia en Eurovisión en exclusiva y ha elegido a los autores de las canciones echando mano sospecho, de compositores asalariados a los que controla y ordena. Un patio de vecindad en el que no habrá un Manel que haga el ridículo como el año pasado, pero en el que no se podrán presentar autores por libre. En mi modestísima opinión, una vergüenza.

Te puede interesar