Opinión

El laboratorio pop

El laboratorio científico de la multinacional cibernética Sony acaba de poner en circulación una canción llamada “Daddy’s car” que, utilizando los más avanzados  dispositivos cibernéticos, ha registrado mediante inteligencia artificial una canción inédita que podrían haber escrito y grabado los Beatles. Se llama “Daddy’s car” y es verdad que recuerda sus producciones últimas caracterizadas por  armonías vocales más complejas, ritmo deliberadamente cadencioso y sonido envolvente de acento hipnótico y etéreo. Estamos ante aquellos Beatles conceptuales instalados en la ensoñación colorista que Lennon hizo más suya si cabe en “Lucy in the sky with diamonds”, escribiendo baladas en pleno éxtasis de LSD que ofrecieron instantes sencillamente magníficos. Esta producción que acabo de escuchar entre la curiosidad y el miedo los recuerda, aunque lo sensato debería ser advertir al respetable que las sensaciones que pueda transmitir una experiencia de esta naturaleza  a los viejos fans de la banda, por fortuna no pasan de ahí.
“Daddy’s car” es una canción hecha por robots y eso es lo que realmente inspira. Por eso conviene tomar con pinzas la audición de este invento prodigioso, que recordemos está ideado por una multinacional de la luz, la imagen y el sonido la cual, sospecho, está preparando el terreno para crear nuevos campos de negocio ofreciendo un nuevo concepto de concierto pop aportando novedades de bandas o solistas que ya son historia y que gracias a la experimentación tecnológica más novedosa pueden resucitarse. Se anuncia un primer CD en esta línea y a mí poco más me queda por decir salvo que esta iniciativa podría rebasar los límites marcados por el ocio y la música de consumo para recalar en otros escenarios como la política, a ver si una recreación de Pedro Sánchez desarrollada mediante este puntero sistema nos lo devuelve con más sentido común y mayor capacidad analítica. Y sobre todo, con más sentido de la responsabilidad y mayor grandeza de espíritu lo digo en aras de que no dinamite el PSOE porque este parricidio que Sánchez está dispuesto a perpetrar sería irreparable para todos. Si Sánchez se lee el clásico “Frankenstein o el moderno Prometeo”, firmado por la tierna Mary Wollstonecraft amada del poeta Percy Shelley, igual incluso comprende… 

Te puede interesar