Un día entre luces y sombras de mediados del mes de septiembre como es este al que me enfrento, no es un día precisamente indicado para sonreír porque estás fechas que marcan fin de ciclo tienen un algo de inquietante y agónico entre sus pliegues dorados y han despedido a dos de los referentes de la economía nacional, dos pesos pesados de la talla y el cuajo de Emilio Botín e Isidoro Álvarez cuya ausencia promete cambios aún no bien calculados en el negocio financiero del país por muy machacados que estuvieran los protocolos que determinan el cambio generacional y la siempre dolorosa y a menudo candente transmisión de poderes. Pablo Iglesias, que debe gran parte de su sorprendente irrupción en el panorama ideológico nacional a su verbo penetrante y crítico, ha vuelto a exhibir su portentosa habilidad para granjearse amigos arrimando un duro epitafio dedicado a Botín en la hora del adiós en el que le señala como el máximo culpable de todos los males del país, si bien el resto de las fuentes consultadas se han limitado como mucho a reconocer la existencia de una vida con marchamo de trascendencia, jalonada de secuencias brillantes y también de rincones oscuros.
El verano se escurre entre los dedos y en ese ocaso que determina el final de los largos días de ocio y chiringuito de playa bueno es que rescatemos también estos asuntos espinosos que nos han acompañado durante todo el año y que no han de tener relación necesariamente con el interminable proceso de la independencia de Cataluña cuyo epílogo pueden escribirlo las urnas pero también los tribunales de justicia por su condición de ilegalidad manifiesta que a lo mejor necesita una intervención judicial de las más altas instancias del país que son esas mismas que los dirigentes del catalanismo ni reconocen ni respetan.
Vale por tanto recordar que aún está pendiente de resolución el enojoso asunto del señor Urdangarín que afecta nada menos que a la hermana del Rey, el timo a gran escala de los Eres de Andalucía, y la vergüenza histórica peculiar e intransferible que afecta a la familia Pujol. Ahora se ha sabido que un ladrón y cuatrero llamado igual que el ex fue juzgado y ahorcado por ello a principios del siglo XIX. Hay precedentes…
