Opinión

La intensidad del debate

Fuera del de la portería del Madrid, los debates adquieren un tono menor en estos inicios de septiembre, finales también de un verano climatológicamente chungo y económicamente poco rentable según lógica queja del sector de la hostelería al que nunca acaban de salirle las cuentas. En septiembre, todo se vuelve de color oro viejo y todo emite señales inequívocas de finitud incluso Paula Echevarria, que ha sido la reina de la playa y la mujer anuncio más potente de la temporada y cuya presencia con todos los bikinis, gafas y complementos que uno pueda imaginar ha llenado las revistas del corazón veraniegas hasta que la temporada ha echado el cierre y cada mochuelo se ha ido a su olivo, menos mal.
El otoño se anuncia caliente como todos los años aunque parezca una paradoja, y en este caso se le tiene también como antesala del referéndum independentista de Cataluña que parece tener más trascendencia mediática que política. Un adelantado de los que estuvo el fin de semana en Soutomaior manifiesta que al presidente Rajoy no le tiene especialmente preocupado este evento, y otro de los que estuvo allí sospecha que este asunto que ha acaparado más portadas que la reina Leticia lo tiene Mariano enteramente domado incluso sin contar con Artur Mas al que le está abandonando al galope el desodorante.
Dice una amiga mía que se arregla muy bien en los mentideros de la Villa y Corte –hubo un tiempo en que el mentidero más popular de la Corte estaba situado en las gradas del convento de San Felipe reinando los Austrias- que van a terminar pillando a Mas porque Mas no está del todo limpio y su relación con Pujol es más íntima y onerosa de lo que parece. Nunca digas nunca jamás, pero no es aventurado suponer que un heredero tan proclamado como lo ha sido Artur Mas de Jordi no puede supeditarse simplemente a la heredad política, teniendo en cuenta el concepto que del heredero tienen los catalanes. Yo digo que noviembre está a la vuelta de la esquina, pero que a Mas parece como si le temblaran las piernas y a Mariano el tema da la impresión de que se la trae flojona. 
No se hable más de Mas. Al menos hasta más ver y saber más. Hablemos de lo de la portería del Madrid que también tiene tela.

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