Opinión

Habitar en el exceso

Uno de los protocolos que ha de cumplirse indefectiblemente para poder ser considerado famoso, famosote o famosete es el de mostrarse excesivo. Hay que exhibirse en un permanente exceso y si hay que demostrar alegría esa alegría se expresa en los límites de la histeria, y si de lo que se trata es de demostrar tristeza, hay que llorar a moco tendido ante las cámaras y poner cara de profundo abatimiento. A los famosos les gusta demostrar que sus sentimientos son muy superiores a aquellos que puedan afectar a la gente corriente,  y si una famosa es madre, el sentimiento maternal adquiere proporciones inimaginables mucho más profundos, dónde va a para, al de los modestos amantes del pueblo llamo. Para preparar el terreno y en múltiples ocasiones, el episodio  se presenta con una foto en la portada de una revista de moda y su protagonista desnuda y embarazada para demostrarle al mundo que a madre, lo se dice a madre, nadie le gana.
Otro de sus excesos favoritos es el amor. Es tanto el frenesí que les produce un enamoramiento que a menudo se empeñan en demostrar que no resiste comparación con la misma situación pero en personas anónimas: las que van por la calle, trabajan en una oficina, conducen un taxi, estudian en una academia, son policías, dependientes o camioneros, se desplazan en autobús y cuando hace bueno, se lían un bocata en un papel plateado y se van a la playa modestamente y en silencio. El amor de un famoso y una famosa es eterno mientras dura, es profundo mientras no se quiebra y es el más grande y generoso que los siglos han visto hasta que acaba en el juzgado con la pareja tirándose de los pelos. Así se expresan  ellos en esos programas especializados en gente guapa y así contestan a las preguntas que se formulan a salto de mata ya en la estación del AVE, ya en la terminal del aeropuerto o ya cuando salen de sus casas. Ahora que está en pleno apogeo la Feria de Abril no faltan las parejas recién formadas paseándose por la pequeña pantalla desde el Real de la Feria. Para todas ellas, la historia de amor que están viviendo no puede ser comparable a ninguna otra y su aventura es única, singular y más hermosa que cualquiera. 
Recuerden. Exceso de retórica, de gesticulación, de expresión… Exceso y al precio que sea.  

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