Opinión

El uno y el otro

Sospecho que Mariano Rajoy no ha entendido en toda su hondura su propia situación política con independencia de la presentación de una moción de censura firmada por Pedro Sánchez   quien -como en él es habitual- se limita a disfrazar de legitimidad una opción que no responde a otro estímulo que el de alimentar su propio ego. La dramática situación que vive la Cámara y el laberinto donde ha ido a parar la política española puede hacer prosperar naturalmente la moción de Sánchez y convertir a este sujeto todo fachada en jefe de Gobierno adoptando eso sí, la apariencia de presidente títere en manos de una amalgama de siglas que van a tirar de los brazos y las piernas de un candidato al que en realidad no sustentan más que sus 80 diputados -habría que preguntar a muchos de ellos qué respaldarían en realidad si no existiera la servidumbre de la disciplina de voto- y del que se tiene absoluta seguridad de que jamás llegaría a la Moncloa por soberana decisión de las urnas.
Pero esta permanente disposición del líder socialista para sentarse en el sillón de presidencia aún a costa de sus propios votantes que le retiran el saludo cada vez que hay plebiscito, no puede distraer de sus deberes a Mariano Rajoy cuyo único destino a estas alturas de la situación es la asunción de su propia debilidad a la cabeza de un partido que se ha destrozado a sí mismo víctima del comportamiento de muchos de sus dirigentes, inmersos en varios procesos delictivos. Rajoy lleva muchos años en la cúpula del Partido Popular para poder acogerse al argumento de la ignorancia, ese que ha mantenido a lo largo del tiempo que ha podido y le han permitido, hasta que los propios tribunales han acreditado en sentencia su propia falta de credibilidad, una situación que, a la postre, se ha manifestado como la puntilla. 
Por tanto, no es solo la irresponsabilidad de Sánchez la que va a complicar el futuro político del país construyendo una situación con la que haríamos bien en sentirnos hondamente preocupados sino la pareja irresponsabilidad de Mariano Rajoy a lo largo de estos años en los que ha permitido este dramático “laissez faire” que nos lleva donde nos lleva. A un caos del que el mejor rédito lo van a obtener los partidos independentistas vascos y catalanes a los que Sánchez por exceso y Rajoy por defecto van a entregar el país para que lo hagan jirones. A todo esto, y en virtud de esa honda preocupación que nos invade, la Bolsa se desmorona y sube la prima de riesgo. Y eso que el verdadero protagonista del día es Zinedine Zidane.

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