Opinión

El jefe del CIS

José Félix Tezanos es un señor de Santander al que se conoce de largo. Veterano en cien mil batallas, catedrático de Teoría Política metido a sociólogo, ha conseguido hacer de esta materia un arma política de primer nivel y ha demostrado cómo se puede manejar la demoscopia conduciendo a la población por los caminos más deseables o lo que es lo mismo, cómo arrimar el ascua a la sardina. Por eso ha sido puesto por el Gobierno para presidir el Centro de Investigaciones Sociológicas desde cuya atalaya se compromete a ofrecer un incondicional servicio a la causa aplicando técnicas de manejo avanzado e injerencia, un protocolo al que el PSOE se aficiona peligrosamente siempre que manda y que representa una tentación a la que no tiene pensado sustraerse como se advierte en su nueva televisión pública.
La batalla comenzaba hoy y el objetivo no es otro que las elecciones autonómicas en Andalucía donde el socialismo gobierna desde el primer momento y donde cabe dentro de lo lógico que siga gobernando, aunque probablemente con resultados más modestos que hasta la fecha. Tezanos ha entrado a la carrera en el terreno de juego lanzando una primera encuesta sobre intención de votos cuya metodología de elaboración es de todo punto sospechosa porque conceptos aparecidos en las diferentes parcelas del estudio no casan ni de broma y se advierte en el contexto general un buen puñado de contradicciones que finalmente se sintetizan  en un único y último apaño que consiste en suponer que la causa judicial de los ERE –Chaves se juega la inhabilitación pero Griñán puede ir a la cárcel- no va a pasar factura alguna en la intención de los votantes. Gana Susana Díaz pero no por mayoría manteniendo los escaños con los que ahora cuenta, y se produce un empate técnico entre los otros tres. Ciudadanos, Andalucía Adelante y el Partido Popular están igualados en el 19%. La encuesta dice que Vox entraría con un 7’5%  y un escaño.
Si sale, Tezanos se corona y si no sale nadie se lo va a demandar. En todo caso, salga o no salga, el panorama general vaticina un escenario complicado e incómodo que coloca a la ganadora en la disyuntiva del pacto obligado. Ni con CD’s ni con Podemos le ha salido hasta ahora bien.

Te puede interesar