Como resulta que llevamos un cierto tiempo perdiendo la cabeza, los llamados partidos emergentes a los que las encuestas adjudican un futuro muy prometedor y una muy sustanciosa presencia en el hemiciclo de la próxima legislatura, han decidido adelantarse a las urnas y escenificar debates fuera de la sede parlamentaria y lo que es mucho peor, despreciar la voluntad soberana que decidió con sus votos esa composición que hoy se sienta en Congreso y en Senado y que ahora parece como si a estas formaciones de nuevo cuño ya no les sirviera para nada. Se trata de una falta de respeto impropia de aquellos que respetan la formula democrática y su actitud corre pareja a un anhelo por alcanzar poder no se regala y que necesita ser respaldado por los votos de los ciudadanos. Ellos estarán sentados en esos escaños en un futuro pero no lo están por el momento y en el que caso de Podemos su única representación, a día de hoy está en Europa. Paradójicamente, su líder Pablo Iglesias –organizador de una comparecencia de prensa en plena calle en cuyo transcurso no admitió preguntas de los periodistas- debería estar asistiendo a un debate en el Parlamento Europeo que es su demarcación y por la que le pagan. Cuando las instituciones europeas tratan el espinoso tema del conflicto venezolano los de Podemos no se presentan. Es la segunda vez que este comportamiento se repite.
En cualquier caso, lo que aquí se dirime es la necesidad de acatar el mandato constitucional, respetar las leyes y ceñirse a las reglas del juego cuestión que Podemos sigue sin aceptar. Cuando se celebren nuevas elecciones generales Podemos seguramente será una fuerza con representación digna de tenerse en cuenta, pero por ahora no lo es. Retar desde la vía pública al presidente del Gobierno para que sostenga con Pablo Iglesias un debate es más bien patético ahora que se ha puesto de moda la palabra. Ni Iglesias tiene derecho, ni le corresponde, ni puede ser permisible ni hace ninguna falta. Ya llegará ese día cuando las encuestas se conviertan en sufragios contantes y sonantes. Mientras tanto, paciencia y a hacer los deberes con más aprovechamiento.
