Opinión

Canción de la mañana

La mañana de ayer fue una mañana entregada al litigio catalán y lo llamo así porque es tan repetitivo, el proceso que después de meses interminables de referencia, uno ya no sabe cómo llamarlo. Probablemente es lo de menos en una actualidad que ayer no parecía dispuesta a soltar la presa y hervía en tres frentes distintos para una sola cuestión verdadera. La decisión del juez Llerena en relación con los presos, la que habría de emitir el juzgado de Bruselas referido a los fugados, y la encuesta del CIS sobre la intención de voto referida a la consulta del día 21. Tres escenarios que prometían intensidad. Vamos por partes.
El CIS ha publicado su encuesta coincidiendo con el inicio de la campaña electoral pero sus resultados son anteriores a la decisión de los dos magistrados, el de Madrid y el de Bruselas, por lo que parece probable que lo obtenido se vea altamente modificado por el ámbito que plantea el auto escrito por el Supremo. Tampoco se tenía en cuenta en esta demoscopia tan esperada la decisión del juez belga que ha vuelto a prorrogar sorprendentemente el caso Puigdemont. No la habrá hasta el día 14, y podrá ser recurrida al menos en dos instancias, de modo que muy probablemente Puigdemont permanecerá en su exilio hasta el mes de febrero. El CIS afirma que el bloque no independentista obtendrá más votos que los partidarios de la secesión y también más escaños. La situación que plantea un mapa electoral como el que el CIS propone, en el que Ciudadanos se impondrá  en sufragios a ERC aunque se produzca entra ambos un empate a 32 asientos, es una situación muy complicada. De hecho, si así fuera, la llave la tendría Podemos, un partido que con el 8’5% de los votos y 9 escaños se erigiría en llave para otorgar el Gobierno a unos o a otros.
Todo ello, antes de saber que Llerena ha decidido mantener en prisión a Junqueras y Forn, y otorgar el mismo tratamiento a los Jordis. Confieso que el auto del magistrado no me ha sorprendido en absoluto. En el caso de los primeros personajes, ninguno de ellos ha querido retractarse y se han comportado con la insolencia habitual. En cuanto a los Jordis, dudaba personalmente que un juez pudiera poner en libertad a los autores de unos hechos tan capitales como los de enardecer a las masas para cometer desmanes. Y desde el techo de unos vehículos de la Guardia Civil que fueron luego destrozados bajo sus órdenes. Estaba cantado que seguirían y eso es además lo justo.

Te puede interesar