Opinión

La verdadera nacionalidad

Esto de querer dejar de ser español e inventarse una nueva nación como quieren los independentistas catalanes no tiene nada de extraordinario, porque como publicaba Julio Camba el 1 de julio de 1918, cualquiera puede hacerlo con tiempo y dinero.
 En crónicas anteriores prometía recordar su artículo publicado hace 99 años en ABC. Surgía de su última estancia en su Galicia natal tras haber oído a alguien que en aquellos momentos de explosión patriótica local le decía deseando hacerlo nacionalista:
 -Le somos una nación, ¿sabe usted? Le tenemos una personalidad nacional tan fuerte como la primera…
 Y el cosmopolita, viajado y viajero Camba, observador de toda clase de países y sus gentes, contestaba:
 -¿Y por qué no?
 Y proseguía: “En efecto, ¿por qué no? Una nación se hace lo mismo que cualquier otra cosa. Es cuestión de quince años y de un millón de pesetas. Con un millón de pesetas yo me comprometo a hacer rápidamente una nación en el mismo Getafe, a dos pasos de Madrid.
Me voy allí y observo si hay más hombres rubios que hombres morenos o si hay más hombres morenos que hombres rubios, y si en la mayoría, rubia o morena, predominan los braquicéfalos sobre los dolicocéfalos, o al contrario.  Es indudable que algún tipo antropológico tendrá preponderancia en Getafe, y este tipo sería el fundamento de la futura nacionalidad. Luego recojo los modismos locales y constituyo un idioma. Al cabo de unos cuantos años, yo habría terminado mi tarea y me habría ganado una fortuna.
 Y si alguien osaba decirme entonces que Getafe no era una nación, yo le preguntaría qué es lo que él entendía por tal y, como no podría definirme el concepto de nación, le habría reducido al silencio”.

Te puede interesar