Opinión

Sentido de estado

El Estado y sus estructuras fundamentales son perennes y si se reforman debe ser con el consenso de las grandes mayorías, pero los gobiernos son temporales y pueden cambiar radicalmente lo que hicieron los anteriores.
 Esa es la diferencia fundamental entre Estado y gobierno que ignoraran los socialistas que exigen “Rajoy no”; en correspondencia, tras perder unas elecciones los populares podían impedir un gobierno negándose a que lo forme un socialista.
 Su “no es no, y “qué parte del no no entiende el PP” rechaza radicalmente la forma de Estado estable que se han dado los españoles.
 Quienes elaboraron la Constitución y las leyes electorales nunca imaginaron que una minoría de legisladores de bajo nivel intelectual, político y social llegaría a un filibusterismo tan dañino para el Estado como el de ese ofuscado “no es no”.  Un Estado puede estar sin gobierno un tiempo limitado, algo positivo pues asienta pasiones y permite reflexionar sobre qué será mejor para el país.
 Durante varios meses España siguió como si tuviera gobierno, pero aunque el PP se superó en las nuevas elecciones de junio, los inversionistas y las cancillerías internacionales comenzaron a dudar de la fiabilidad de este Estado.
 Inversiones y peso internacional fueron diluyéndose, justo cuando España recibía parabienes de los poderes económicos y políticos mundiales por su recuperación.
 Mientras los del “no es no” se podemizaban y coqueteaban con los separatistas, desde el exterior se alertaba sobre el descontrolado líder socialista, Pedro Sánchez, dispuesto a formar un gobierno con los ruinosos antisistema y parafascistas de Podemos, totalmente fuera de la economía y de la cultura política occidental.  Acabáramos: los actuales jefes del PSOE demostraron finalmente sentido de Estado al defenestrar al ambicioso, torpe y ciego exlíder, ese tal Sánchez, tal y tal.

Te puede interesar