Este año 2019 se cumple el quinto centenario del inicio de la conquista de México por Hernán Cortés, lo que dio origen ese gran país de mayoría mestiza, cuatro veces más grande y que pronto tendrá tres veces la población de España.
El gobierno Sánchez no quiere conmemorar la efemérides porque esa conquista “es un tema complicado”, según el ministro de Cultura, José Guirao.
La influencia pseudoprogresista de la corrección política lleva consiguiendo que los gobiernos españoles, incluso desde 1992, V Centenario del Descubrimiento de América, se convierta a sus héroes como Cortés en bandidos, y a los bandoleros como los de Sierra Morena en héroes.
Los ingleses, sin embargo, hacen héroes a sus bandoleros, como Robin Hood y el pirata Francis Drake, autor de grandes gestas y maldades contra los hoy españoles, que finalmente lo vencieron y provocaron su muerte en Panamá.
Cada día es mayor la presencia cultural, económica y laboral en el mundo de México, donde, igual que en Europa, hay descendientes ennoblecidos por la Corona española del mismo Cortés y de nativos del vencido emperador azteca Moctezuma II, que oprimía a otras tribus que se aliaron con el conquistador extremeño para no ser sacrificadas a sus dioses antes de comérselos.
México es un país cristiano que habla español gracias a Cortés, aunque lo acusen de genocida corrientes pseudoprogresistas ya antiguas –Leyenda Negra--, pero cultivadas crecientemente en las universidades anglosajonas para atribuirle a España un exterminio de nativos que ellos hicieron sin crear pueblos mestizos.
Debe satisfacer y no provocar vergüenza que haya casi 600 millones de seres en el planeta, unos 127 millones en México, cuyo idioma nativo es el español, con una cultura muy cercana a la contemporánea del país del que salió Cortés.
