Opinión

Pujol y Obiang, hermanos

Alguien planteó comparar la fortuna de la familia de Jordi Pujol, presuntamente obtenida de coimas, mordidas y latrocinios varios, con la de políticos corruptos africanos.
 Propongamos aquí a Teodoro Obiang Ngema, presidente de Guinea Ecuatorial, un sátrapa 7,5 veces más pobre que el expresidente de la Comunidad catalana.
Porque en la Unidad Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) hay más que sospechas de que lo arramplado por el actual padre espiritual del independentismo puede alcanzar 3.000 millones de euros, mientras que el africano posee solamente 450 millones, según Forbes.
Es lógico porque hay algunas diferencias entre Cataluña y Guinea Ecuatorial: la superficie catalana es de 32.106 kilómetros cuadrados frente a los 28.051 de la antigua provincia española, y sus poblaciones son, respectivamente, de 7,54 millones y 1,8 millones.
Debe tenerse en cuenta también que Cataluña posee una potente industria manufacturera, mientras que el país de Obiang es productor de materias primas, principalmente petróleo y madera.
 El petróleo se lo quedan empresas estadounidenses y francesas, pero la madera es un negocio que unió desde hace muchas décadas a Guinea con Cataluña.
Durante la colonia española, especialmente con el franquismo, y durante bastantes años tras la independencia, en 1968, parte de la economía del país africano estuvo controlada por empresarios catalanes.
Tanto, que el mundialmente famoso gorila albino Copito de Nieve, donado en 1963 por nativos de Guinea Ecuatorial a las autoridades coloniales españolas, en su mayoría catalanas, fue regalado por Francisco Franco al Zoo de Barcelona, lo que produjo una sorda irritación madrileña.
Todo lo bueno lo llevan a Cataluña, se decía entonces en Madrid, una ciudad oprimida por la cercanía del poder central.
Realmente, y evocando gorilas y la corrupción catalanista, con gran justicia podría establecerse Barcelona como capital ecuatoguineana.

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