Si Alberto Núñez Feijóo, de 59 años y presidente de la Xunta gallega, pretende liderar el PP que abandona su coterráneo Mariano Rajoy, que su consejero o consejeros de cabecera y él mismo se preparen para enfrentarse a una masacre propagandística.
Tratarán de aniquilarlo, primero, sus rivales populares, y después los de los demás partidos, que suman 23, y que hurgan en su pasado para encontrar alguna corrupción, algo feo o inmoral que puedan utilizar si resulta candidato a la presidencia del Gobierno en la próximas elecciones generales.
Feijóo va a necesitar a un gurú como Iván Redondo, 37 años y jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, que fabricó las campañas que hicieron exitosos a los políticos populares Antonio Basagoiti, José Antonio Monago y Xavier García Albiol; los tres decayeron tras no ser aconsejados por él.
Fue el vasco Redondo que fue contratado para montar la estrategia de la moción de censura de Sánchez, de 46 años, contra Rajoy, de 63.
El exprimer ministro cometió el error de seguir con el veterano sociólogo del PP, Pedro Arriola, 70 años, en lugar de Redondo, licenciado en Humanidades y Comunicación por los jesuitas de Deusto.
En la guerra política vale todo y uno de los métodos para triunfar radica en tapar las feas historias propias y aventar las ajenas.
La amistad de Rajoy hace 23 años, rota después, con el narcotraficante Marcial Dorado, que será empleada en su contra igual que las imágenes de Cristina Cifuentes tras robar dos cosméticos por 40 euros.
Entre tanto no se habla de la empresa de la esposa de Sánchez, que pide donativos para las ONG con trabajadores que, según denuncian, cobran poco más de 400 euros al mes; y eso, entre otras llamativas cuestiones familiares.
