Gustará o no la música del himno nacional español, pero al carecer de letra, pese a las muchas que le compusieron, no exalta la guerra ni la supuesta raza propia como los de sus “Comunidades Históricas”.
En Cataluña suena cada vez más “Els segadors”, música antigua y letra escrita en 1899 por Emili Guanyavents, que advierte que para tener una Cataluña –atentos-- “rica y plena”, debe hacerse lo que los segadores que se levantaron contra Felipe IV en 1640: dar “buen golpe de hoz”, decapitar, a lo que representaba aquél rey.
Así se presenta como enemigo al resto de los españoles, y mientras este himno se entone, especialmente en las escuelas, se exalta la violencia y el independentismo.
También es así el himno que se ha impuesto como habitual en el País Vasco, el Eusko Gudariak, en lugar del oficial, que es el “Gora ta Gora” poco empleado porque muestra la religiosidad del fundador del PNV, Sabino Arana;
Traducido, en síntesis, sólo honra a Euskadi y a Dios: “Canta “Arriba Euzkadi”/ gloria y gloria/ a su buen Dios”.
El “Eusko Gudariak” es violento. Escrito inicialmente en 1932 y reformado en plena guerra civil, dice “Somos los guerreros vascos/ para liberar Euskadi (…) Vienen los fascistas/ a entrar a Euskadi./¡Vamos todos los guerreros/ a cuidar de nuestra patria!”
El cronista es gallego y hubo un tiempo en el que cantaba su himno sin analizar su estrofa racista escrita en 1899 por Eduardo Pombal, convencido del celtismo étnico gallego.
Las oscuros son los no celtas: “Pero sólo los ignorantes/ y débiles y duros,/ imbéciles y oscuros/ no nos entienden, no”.
Otras autonomías tienen himnos menos agrios --“Asturias, patria querida”--, y siempre es mejor un himno sin letra que casos como los tres anteriores.
