Opinión

Del Aquarius al Loreto

Doce africanos que salieron hace una semana de Libia en una patera para llegar a Europa están atrapados en el Mediterráneo con los diez tripulantes del pesquero alicantino “Nuestra Madre de Loreto” que los rescató en espera de que algún país europeo quiera acogerlos porque de otra manera serán devueltos al lugar de donde zarparon.
 Esta vez Pedro Sánchez no aparece para anunciar que los acogerá como hizo tras llegar al poder en junio, cuando periodistas de todo el mundo informaron desde Valencia de la llegada de 630 africanos y asiáticos rescatados cerca de Libia por el buque Aquarius, de la ONG francesa SOS Mediterranée.
 Sánchez les abrió la puerta como gesto “simbólico, efectivo y humanitario” para “estimular a la reflexión y a la acción” de los 28 países de la UE, lanzando el mensaje “a la mejor Europa”, la solidaria.
 Cinco meses después, y tras varios asaltos en algunos casos violentos de otros inmigrantes a las fronteras españolas en Ceuta y Melilla, Sánchez ya no es tan solidario ni ejemplo para Europa como trajo a España al Aquarius.
 Sabe ahora que se preparan nuevas avalanchas de africanos en las fronteras con Marruecos, de donde salen oleadas de pateras de las que son rescatadas algunos días hasta 900 personas por Salvamento Marítimo, organismo oficial español.
 Quienes alababan en el caso Aquarius a Sánchez, callan ahora ante el del “Nuestra Madre de Loreto”.
 ¿Hipocresía? El pesquero está inmovilizado en el Mediterráneo sin poder faenar ni volver a España con los 12 escapados, que recibieron víveres de un barco de la ONG basada en Barcelona Proactiva Open Arms, que no los acogió.
 En cinco meses Sánchez sigue diciéndose bondadoso, pero actúa como el menos hipócrita Donald Trump con los centroamericanos ante Tijuana.
 

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