Opinión

Cuando Podemos acosa

La Asociación de la Prensa de Madrid ha denunciado la intimidación y amenazas de Podemos a los periodistas que informan de sus contradicciones ideológicas, corruptelas internas y de financiación, de sus camarillas o de su nepotismo de alcoba estilo Perón, Ceaucescu, Kirchner, o los Ortega nicaragüenses.
 La aparición de Podemos fue una fuente de noticias apasionantes para muchos medios, especialmente dos televisiones que fungieron de portavoces, Cuatro y la Sexta, que creyeron que ese movimiento, nacido de las protestas callejeras de 2011 contra la crisis y la corrupción política, mejoraría el sistema democrático.
 Se olvidaba entonces que, pese al enorme retroceso económico, España todavía continuaba dentro de su mayor época de prosperidad y bienestar relativo de toda su historia.
 Pero ahí estaban esas nuevas caras, entre otras, de Pablo Manuel Iglesias Turrión, Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Juan Carlos Monedero; la mayoría funcionarios hijos de funcionarios, con leyenda profesoral, aunque de temas más de tertulia que de investigación y estudio profundo.
 De ahí su pasión por la televisión, por la palabra fácil y la pseudocultura con citas constantemente equivocadas: si el intelectual es el que crea textos recordables, esta gente no tiene ni un artículo o ensayo, ni siquiera una frase valiosa para la reflexión.  Podemos sólo se ha centrado en lo fácil y obvio: corrupción, pobreza, injusticia, lo que se dice en un mitin, como hicieron para alcanzar el poder sus inspiradores, alumnos y financiadores Chávez y Maduro.
 Cuando se descubre su vacuidad se irritan. A muchos periodistas nos acribillan con insultos y amenazas desde sus ordenadores con su ejército de trolls y robots “guerrilleros”.
 Quieren que, sobre todo quienes conocemos los regímenes que los inspiran y quizás teledirigen, callemos sobre el infierno al que nos llevarían de acercarse al poder.

Te puede interesar