Pedro Sánchez enviará policías nacionales a Barcelona para proteger de los agresivos Comités de Defensa de la República (CDR) su anunciado Consejo de Ministros del día 21 si no lo hacen los Mossos d’Esquadra, policía del Estado allí, le anuncia en una carta el ministro de Interior al presidente de la Generalidad.
De hacerlo es previsible que ocurra como el 1 de octubre de 2017, cuando los Mossos no impidieron el referéndum fraudulento de independencia y fueron “los represores españoles” los que “atacaron a los pacíficos votantes catalanes, ancianos con niños”, según el relato independentista reproducido por las televisiones internacionales.
Esos momentos deplorables para la imagen española se iniciaron días antes, cuando unidades de la policía nacional que salían hacia Cataluña eran vitoreadas por vecinos y familiares con gritos de ¡A por ellos!
La propaganda independentista decía que ese lema demostraba que “los españoles” iban a la guerra “contra los catalanes”, lo que sirvió para alimentar la supuesta hostilidad los españoles hacia los catalanes, cuando todos los catalanes son tan españoles como los votantes andaluces de Vox, aunque algunos no quieran.
Esa imagen alimentó a los separatistas: denuncias de falsos malos tratos, rotura de todos los dedos de las manos de una mujer, o mil heridos inexistentes, sólo dos y un infarto.
Vuelven a mandar policías nacionales para que se enfrenten “a los catalanes” y sólo faltaría que el patrioterismo de unos cuantos ayudara al separatismo repitiendo ¡A por ellos!
El envío de policías en lugar de obligarle a los Mossos a cumplir con su obligación es volver a facilitarle a los separatistas una propaganda que incrementa las simpatías de mucha buena gente hacia los neonazis independentistas que saben aparecer como víctimas de una magnífica democracia a la que insultan groseramente llamándole franquismo.
