Opinión

Adictos a la bulla

Pues sí, dilecta leyente, según el CSIF, el 90% de los profesores convive en situaciones de violencia en los Centros de Educación, entre peleas, insultos,  vejaciones, vandalismo, etc., y es que os jóvenes han sido siempre rebeldes por naturaleza, inconformistas, adictos a la búsqueda de nuevas emociones, con las hormonas siempre efervescentes. Esta fogosidad era utilizada por los poderosos para mandarlos a pelear a las guerras, competir en deportes de riesgo o emplearlos en duros trabajos Y los castigos corporales por mal comportamiento (hoy impensable), ya fuera en la escuela o la casa, a veces, servían para calmar su espíritu indómito. La “mili” también servía para descargar adrenalina, con la “instrucción” y las marchas nocturnas.
 Ahora los jóvenes “antibelicistas”, que supuestamente deberían ser contrarios a la violencia, se desfogan con las maquinitas atropellando  ancianitas o, como en otro de los inventos del “Hammerin Harry”, matando a mazazos a todo el que se pone por delante. Una “buena” práctica para su educación. Claro que en el otro extremo están sus progenitores, practicando el Paintball  (juego de guerra, sólo que su munición es la pintura), no se sabe si por infantilismo o nostalgia. 
El abrir las puertas de la Universidad a todo iletrado sin educación ni formación, consecuencia de la funesta LOGSE, y la  norma que permite su acceso a través de la Formación Profesional, sin aprobar la ESO, traerá unos jóvenes menos competitivos y, con ello, más paro. Tampoco los adultos, que deberían ser su referente, les dan buenos ejemplos: Corrupción, hedonismo, impostura. 
Como consecuencia,  los jóvenes de hoy se encuentran desorientados y desmotivados, ya sea porque lo tienen todo, o porque no tienen nada, y debido a este aburrimiento y educación “pijoprogresista” recibida, se dedican a practicar la violencia gratuita, que luego cuelgan en las redes sociales Y ya vemos lo que ocurrió en Francia y luego en Inglaterra, fruto de la cultura socialista y laborista ¡Y la que nos espera! 
Unas veces exteriorizan la agresividad hacia otros miembros de la comunidad (peleas), así el 30% de los jóvenes reconoce haber participado en peleas y otras la interiorizan con juegos tan peligrosos como el “balconing” (arrojarse desde lo alto del balcón del apartamento a la piscina, el “sueño azul” (aguantar la respiración hasta desmayarse) o el “tunneling” (excavar en la arena de la playa hasta quedar sepultados) o la “ballena azul”, un suicidio ritual y secuencial.
Algunos quieren ver como uno de los factores que indican la irresponsabilidad de estos jóvenes en el número de embarazos de adolescentes, a pesar de las campañas y de la facilidad que tienen hoy para acceder a métodos anticonceptivos, para terminar abortando, que viene a ser algo así ”como operarse de las tetas”, que decía una tal Aída (una “miembra” del Gobierno zapaterista). Como consecuencia, el número de adolescentes que abortan ya superan a las que dan a luz. Pero, tal vez olvidan la cantidad de “Expósitos” que dejó la generación anterior y como a las madres solteras, encima, las vilipendiaban. 

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