Repito siempre que los ourensanos, y nuestra provincia, somos una gente, y un territorio, que reúne tres características básicas: creativo, trabajador… y emigrante. Y tenemos un símbolo, el afilador, que encarnó esas tres condiciones. Pocos lugares del mundo pueden presumir de contar con una obra pictórica sobre su emblema en una de las pinacotecas internacionales de mayor peso: y ahí está “El afilador”, del ourensano Antonio Puga, en el museo del Hermitage en San Petersburgo.
Como en tantas otras cosas, los ourensanos fuimos los primeros en brindarle un medio de comunicación a la Galicia emigrada. La edición, en papel de avión
–así se llamaba- que era lo que se utilizaba en aquel momento para la correspondencia por vía aérea, porque pesaba menos, fue una magnífica iniciativa de La Región. Un grupo de comunicación surgido en una provincia que vio la publicación del primer libro en Galicia y que fue un hervidero de cabeceras de periódicos en la efervescencia que supuso erigirnos como la Atenas gallega y alumbrar a la generación “Nós”, la creadora del pensamiento político galleguista. Una pléyade de apellidos míticos -Otero Pedrayo, Risco, Cuevillas, Diéguez… -que entendieron mejor que nadie ese sentimiento integrador sin fronteras, universal, alejado de reduccionismos cantonalistas, que hemos dado en llamar “Ourensanía”.
No sólo los emigrantes gallegos fueron los beneficiarios de un periódico que llegaba semanalmente a América, a Europa y hasta a Oceanía, sino que, durante décadas, fue el único medio de comunicación para todas las colectividades españolas del exterior. Pero la esencia, el espíritu de La Región Internacional, su carta de naturaleza ourensana, pervivió siempre. Inherente a esa visión que posee la familia Outeiriño ,capaz de hacer realidad proyectos como la estación de montaña de Manzaneda y tantos otros mientras nos cuenta- ya durante más de un siglo- lo que más importa: Ourense. Y en las páginas de la “versión aérea”, y en las ediciones electrónicas de hoy, la Ourensanía está presente. Una Ourensanía que tiene en las publicaciones del grupo La Región nuestro patrimonio material e inmaterial, reflejado en cada línea, en cada párrafo, en cada página, a lo largo de su fructífera historia.
Esta feliz iniciativa, pionera y exitosa, perdura en el tiempo. En los hogares de miles y miles de emigrantes es lectura obligada para los emigrados pero también fuente de información para sus hijos y nietos. Un fenómeno social y cultural, con consecuencias económicas importantes, un vínculo con la otra Galicia y con la otra España, que cubre medio siglo y que, aún hoy, en la sociedad de la tecnología y de las comunicaciones, no fue superado.
Desde la Diputación de Ourense, institución siempre atenta a nuestra diáspora, que no se puede entender sin los hombres y mujeres de este territorio peculiar, mucho más que una provincia, saludamos con cariño y consideración este aniversario. Permítanme que personalice en el visionario que lo hizo posible, José Luís Outeiriño, y en quien eligió para que estuviera en el día a día del proyecto, Luís López Salgado, Pitís, desaparecido recientemente.
Enhorabuena al Grupo La Región, pilar fundamental del Ourense de dentro y del de fuera. Y con el recuerdo de tan ilustres redactores y significativos colaboradores, el Gobierno provincial desea a la edición internacional de La Región, muchas décadas más de existencia, de difusión, de respeto por los valores democráticos y por la libertad de expresión. Entre todos seguiremos haciendo un Ourense trabajador, creativo y emigrante. Un Ourense que trasciende, como ha trascendido La Región Internacional.
