Os resumo, a buen seguro con menor que mayor fortuna, dos correos que me envían dos amigos: el uno en francés –es moro- sobre la declaración de impuestos de un británico; el otro es un paisano de aquí, pero sobre Andalucía; si no fuese tan real como la tristeza misma sería para descojonarse de la risa:
Déclaration d’impôts: He aquí lo que ha respondido un ciudadano británico a la siguiente pregunta: ‘¿Tiene Ud. personas a su cargo?’. Respuesta: 2,5 millones de emigrantes ilegales; 4,4 millones de desempleados; 900 mil criminales repartidos en las 85 cárceles; 600 cretinos en el Parlamento, y la totalidad de la Comisión Europea. La Administración le devuelve la declaración haciéndole saber que su respuesta es inaceptable. El contribuyente no se desinfla y responde por escrito: ¿Por qué, me he olvidado alguno?
El otro es la transcripción de una conversación entre dos andaluces que se encuentran en la calle: ‘¿Quillo qué, currando?’ ‘Que va tío, estos políticos sinvergüenzas nos tienen en la miseria’ ‘¿Y cómo te arreglas?’ ‘Pues mal, estoy cobrando la ayuda familiar’ ‘¿La ayuda familiar?, ¡vaya mierda!, así no se puede vivir…’ ‘Pues sí tío, me salva el que hago algunos trabajillos en negro que si no…’ ‘Hostias, pues yo necesito reformar el cuarto de baño, ¿tú podrías?’ ‘Sin problema. Solo tienes que pagarme al contado’. ‘De lujo. Pues ya tramito el permiso de obra…’ ‘¡Ni se te ocurra, yo trabajo en B!, además quién se va a enterar, cuando te denuncien ya habré terminado’. ‘Tienes razón; ¿podrías empezar esta semana?’ ‘Uff… Imposible… Me voy de viaje con los niños a Disneyland; regalo de primera comunión. La próxima semana sin problemas’. ‘Ah, vale, ¿te viene bien de tarde?’ ‘No. Tengo que recoger a los niños en el colegio a las 17:00 y llevarlos a fútbol’. ‘¿Salen a las 17:00?’ ‘Sí. Como tengo pocos ingresos la Junta me subvenciona el comedor y las actividades extraescolares’. ‘Qué bien. Por cierto, ¿furgo nueva?’ ‘Sí tío; la utilizo para los trabajillos en negro’. ‘Ah… ¿y cómo la has financiado?’ ‘Cash. La puse a nombre de mi padre que tiene una minusvalía, y así no pago el impuesto de circulación’. ‘Joder, qué chollo... Y dime, qué haces por aquí, ¿no vives al otro lado de la ciudad?’ ‘Sí, pero traigo la peque a esta guardería, tiene muchas actividades y está en mejor zona…’ ‘¿Y cómo has conseguido meterla en esta guardería?’ ‘Mis suegros viven en esta calle y mi mujer está empadronada con ellos’. ‘¿Pero no estáis viviendo juntos?’ ‘Sí tío, pero no estamos casados, mi mujer cobra así la ayuda por madre soltera, y de paso nos dan preferencia en la guardería’. ‘Vaya, menos mal; si no, no sé cómo podríais llegar a fin de mes’. ‘Pues sí, tío. Encima ahora se le acaba el PER’. ‘¿El PER, trabaja en el campo?’ ‘Qué va tío, no tiene ni puta idea, pero tenemos un conocido que tiene una explotación agraria y le hace un contrato de extranjis’. ‘¡Vaya suerte! ¡Venga, te invito a una cerveza!’ ‘¡Gracias, me voy pitando al cine con la fámili!’ ‘Pero hoy no es día del espectador, te va a salir por un pico’. ‘¡Qué dices!, con el carnet de familia numerosa y el de minusvalía de mi padre (tapándole con un dedo la foto) nos sale tirado’. ‘¡Qué bien!... Oye, por cierto, acabo de recordar que mi cuñado tiene una empresa y anda buscando personal; a lo mejor te puede ofrecer un contrato de 6 meses; no es mucho, pero al menos metes la cabeza dentro y luego ya vendrá el contrato indefinido; tú eres un buen currante y… ’ ‘Uf… Qué va tío. Por 6 meses no me merece la pena. Además perdería las ayudas’. ‘Bueno, pues nada, yo era mirando por ti’. ‘No te preocupes, ahora ya llegan los de Podemos y con los 900 al mes para cada uno malo será que no nos apañemos; lo que hay es que acabar de una puta vez con la corrupción política’…
