Opinión

Una marea imparable

Saben, creo que al PP no se le va a llevar por delante la corrupción, o por lo menos no solo, ni la irritación profunda que han producido algunas de sus leyes como la reforma laboral o la ley mordaza. Ni tampoco su gestión de la crisis catalana.
En mi opinión quién puede hacer que el PP pierda las próximas elecciones son los pensionistas.
La marea de pensionistas es imparable. Y sobre todo es una marea que poco tiene que ver con los partidos y sindicatos que lo que han hecho es subirse a la ola, sino que es realmente un movimiento social de gente que ha explotado ante la desvergüenza de la famosa carta en la que les anunciaban la subida de un 0,25 que traducido a euros es un euro o un euro y medio en el mejor de los casos. La carta ha sido una burla cruel.
Sí, ya sé que el Gobierno está obligado a informar por carta a los pensionistas del devenir de sus pensiones, pero podían al menos haber tenido la inteligencia de redactarla de una manera que no resultara un insulto.
En cualquier caso las pensiones en nuestro país son muy bajas. No se puede vivir con una pensión de quinientos o seiscientos euros. Y si no que la ministra Báñez y el presidente Rajoy prueban a cuadrar las cuentas de sus casas con esa cantidad.
Sí, ya sé que hay pensiones que pueden llegar hasta los dos mil seiscientos euros pero estas no son precisamente las más numerosas.
De manera que lo menos que se puede pedir es que la subida de las pensiones esté acorde con el IPC, o que las pensiones más bajas se equiparen al salario mínimo interprofesional.
Si para algo tiene que tener dinero el Estado es para pagar unas pensiones dignas. Se puede ahorrar de otras partidas presupuestarias, pero no en pensiones, sanidad y educación porque son o deben de ser la prioridad para asentar el Estado de Bienestar.
Durante los años de la crisis muchos pensionistas con sus exiguas pensiones han mantenido a sus hijos y nietos al tiempo que leían en los periódicos día sí y día no sobre los casos de corrupción o sobre como algunos banqueros que después de haber arruinado las entidades que presidían encima se iban a casa con pensiones millonarias.
Pedro Sánchez acaba de proponer que ministros y diputados no se suban el sueldo más que ese 0,25 por ciento para así mostrarse solidarios con los pensionistas. Es una propuesta demagógica, pero tanto da, porque lo importante sería que Sánchez presente formalmente su "plan de pensiones", es decir que nos explique a la sociedad qué pensiones va a pagar si gana las elecciones. Pero no solo eso, también podría exigir al gobierno que convoque cuanto antes el Pacto de Toledo y cerrar un acuerdo que garantice que se cobren unas pensiones dignas. Que Sánchez se suba el sueldo 0,25 es un brindis al sol para conseguir un titular en los periódicos.
El verdadero quid de la cuestión es arreglar cuanto antes una situación a todas luces injusta porque en nuestro país hay pensionistas que apenas pueden sobrevivir. ¿A que esperan Gobierno y oposición para afrontar el problema?

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