Opinión

Un debate necesario

La realidad es la que es: nuestro sistema de pensiones necesita una puesta a punto, una revisión que conlleve la adopción de medidas que garantice el pago de unas pensiones dignas y que los pensionistas no continúen perdiendo poder adquisitivo.
Por eso era imprescindible que sus señorías de la oposición con el PSOE en cabeza no dejaran pasar ni un día más para que en el Congreso se debatiera sobre esta cuestión. De ahí la celebración del debate parlamentario, al que Mariano Rajoy acude aparentemente por petición propia, pero en realidad porque todos los grupos parlamentarios vienen cercando al Gobierno para que se adopten medidas sobre las pensiones porque no se puede retrasar más afrontar este problema después de las "mareas" de pensionistas saliendo a la calle para exigir unas pensiones dignas y sobre todo para protestar por la tomadura de pelo del Gobierno anunciando que subía las pensiones cuando estas subidas son de un euro.
Sí, hay que abordar el debate sin demagogias, aportando propuestas, debatiéndolas y llegando a un consenso.
Tener un sistema de pensiones digno es uno de los pilares del Estado del bienestar y debe ser fruto del consenso.
Durante meses las reuniones celebradas dentro del llamado Pacto de Toledo no han dado ningún fruto, y justo es decir que desde el comienzo de la Legislatura desde la oposición se está intentando poner al Gobierno frente a la realidad de que hay que abordar cómo mejorar y dar respuesta a las demandas de los pensionistas.
Durante los años duros de la crisis han sido precisamente los pensionistas los que han evitado la catástrofe. Con sus exiguas pensiones han hecho milagros ayudando a sus hijos y nietos. Muchos renunciaban a comprarse las medicinas que les eran necesarias porque esos euros los necesitaban para que sus hijos pudieran comer o pagar el colegio de los nietos.
El sacrificio de los pensionistas ha sido pues titánico y ahora que según repite el Gobierno, nuestra economía va bien, es hora de poner a punto el sistema y sobre todo elevar la cuantía de las pensiones, ya que muchas apenas garantizan la subsistencia.
El Estado del bienestar se asienta sobre la sanidad y la educación y el sistema de pensiones, y en estos tres capítulo no podemos consentir que se dé un solo paso atrás.
Los pensionistas han demostrado su capacidad de sacrificio durante los años de la crisis, pero ya es hora de que nuestros políticos den una respuesta eficaz a los problemas que plantean. Pues eso.

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