Opinión

Resistir es vencer

Si estuviéramos en el medievo y Pedro Sánchez necesitara una divisa para su escudo de armas creo que se decantaría por ésta: "Resistir es vencer".
Porque es precisamente lo que piensa hacer Pedro Sánchez, resistir todas las embestidas que puedan producirse contra él y su gobierno. De ahí que en los aledaños de Moncloa aseguren que el Presidente le ha dejado dicho a su gobierno que tienen que aguantar lo que les echen pero que no puede perder más ministros.
Cuentan que Sánchez, o quién sabe si en realidad son sus asesores los que han diseñado la estrategia, quiere convencer a la opinión pública que los escándalos que le afectan a él y a sus ministros no son tales, que es una ofensiva de la oposición para desalojarles del poder.
Se trata, o al menos eso pretenden los estrategas monclovitas de que la opinión pública vea al Gobierno rodeado como si estuvieran en Fort Apache y despertar de esa manera un sentimiento casi casi de pena. Algo así como la historia de David y Goliat. David es el gobierno socialista y Goliat todos lo demás.
Puestos a contar cuentan también que el propio Pedro Sánchez ya hizo el papel de David cuando los "barones" del PSOE le descabalgaron de la secretaria general y poco después fue él quien ganó la partida regresando a la secretaria general con el apoyo mayoritario de las bases del partido.
De manera que como no hay mejor defensa que un buen ataque los estrategas del Gobierno quieren que en el reparto de papeles la oposición asuma el papel de los malvados.
No está mal como estrategia, bueno, no estaría mal si es que de verdad creen que el grueso de la opinión pública es un poco tonta además de manipulable y moldeable.
Y es que la realidad es la que es y la oposición, me parece a mi, que anda bastante despistada, que no tiene capacidad para poner en marcha esa supuesta campaña. Es más, en mi opinión el problema del Gobierno es el propio Gobierno.
Sánchez buscó ministros más allá de las filas de su partido con nombres de relumbrón, un gobierno bonito. El problema es que es un Gobierno que suena desafinado.
Pero además al escuchar a los ministros quejarse de lo mala que es con ellos la oposición, se parecen como una gota de agua a los ministros del PP que se quejaban de lo mismo. Todo era una campaña malvada contra ellos, como si el caso Gurtel.o el de los trajes del ex presidente valenciano Camps, o el caso Barcenas fueran fruto de la imaginación calenturienta d ela oposición y no una realidad.
Pues eso mismo sucede ahora, el doctorado cum lauden del señor Presidente es lo que es, se califica por si solo, el master de la ya ex ministra Montón, la salida de Maxím Huerta, las famosas cintas en que se escucha a la ministra de Justicia, la ingeniería fiscal para pagar menos impuestos de Pedro Duque,... etc, etc, etc. Todo eso no es fruto de la maldad de la oposición sino que son hechos al margen de la oposición.
Y la guinda es la pretensión de la Vicepresidenta Calvo de meter en vereda a los medios de comunicación porque eso y no otra cosa es su anuncio de que hay que regular los medios de comunicación. O sea que, como dice el refrán, se trata de matar al mensajero. A lo desde los medios de comunicación deberíamos de responder con una cita del Quijote: ladran, luego cabalgamos. Pues eso.

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