Opinión

O todo o nada

Soraya Sáenz de Santamaría ha ganado el primer combate en la pelea por hacerse con el santo y seña de su partido al recibir más votos de los militantes que el resto de sus competidores. Pero aún le falta el segundo combate, el de los compromisarios, y es en ese terreno donde Pablo Casado cree que puede derrotar a Soraya Sáenz de Santamaría.
La verdad es que el sistema de "primarias" elegido por el PP es cuanto menos controvertido. Se da la paradoja de que un candidato puede resultar elegido por los militantes pero ser derrotado por los compromisarios que asisten al congreso del partido. Y eso solo puede suponer tensiones, y sobre todo que si el elegido no lo es tanto por la militancia como por los compromisarios siempre tendrá un déficit de legitimidad.
Y precisamente eso es lo que puede suceder si como parece Pablo Casado recibe el apoyo de los compromisarios que acudan al próximo congreso del PP.
Desde luego escuchando y leyendo las declaraciones que Pablo Casado ha hecho en los últimos días se puede tener la tentación de creer que está apostando a todo o nada en la lucha por hacerse con la presidencia de su partido. Por lo pronto ha rechazado pactar con Soraya Sáenz de Santamaría.
Sin embargo, no parece probable que si Pablo Casado no resultara el favorito de los compromisarios, es decir si Soraya Sáenz de Santamaría le volviera a ganar, él se conformará con curarse la herida en sus cuarteles de invierno y esperar a mejor ocasión.
En realidad, si Casado pierde, su mejor opción sería aceptar formar parte del nuevo equipo que dirija el PP en espera de que se le vuelva a presentar otra oportunidad, por eso resulta un tanto forzada la posición que mantiene estos días, las del todo o nada.
En cualquier caso, el PP no se puede permitir durante demasiado tiempo seguir abierto en canal. Cada día que pasa es una oportunidad para Pedro Sánchez e incluso para Ciudadanos por más que el partido naranja siga sin encontrar su papel en esta nueva etapa.
Por lo pronto el Gobierno disfruta de la ausencia de oposición. El PP se tiene que encontrar a sí mismo y Ciudadanos volver a repensar qué puede ofrecer a los españoles.
Pero volviendo al PP, su endiablado sistema de elegir líder puede resultar un fiasco y sobre todo dejar heridas si en este caso Casado ganara a Sáenz de Santamaría en el congreso del partido.
Resultaría que la opinión de los militantes vale menos que nada y que preguntarles solo ha sido un brindis al sol. Y lo mismo se enfadan y con razón.

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