Opinión

Huérfanos del centro

Hasta hace poco, para los sociólogos era poco menos que un dogma que en España las elecciones se ganaban en el "centro". Debía de ser verdad porque el PSOE supo ganar unas cuantas elecciones generales precisamente con sus programas socialdemócratas e inclusivos.
Pero vayamos a los primeros años de nuestra reconquistada democracia. A la izquierda estaban el PSOE y el PCE, en el centro UCD y a su derecha, Alianza Popular. Es decir, había cuatro partidos nacionales lo mismo que ahora.
Ya digo que el PSOE fue capaz de dejar sin espacio al PCE, o mejor dicho, fue la sociedad española la que decidió apostar por el centro-izquierda, dejando al PCE sin casi sitio por más que este partido intentó salvarse ampliando su base a través de Izquierda Unida, pero el proyecto fue languideciendo.
Lo mismo sucedió en el terreno de la derecha donde los populares se dieron cuenta de que una opción exclusivamente de derechas no obtenía respaldo electoral suficiente, así que viajaron hacia el centro aprovechando el declive de UCD. De manera que el PP tuvo que afinar su perfil de "derechona" para situarse en el centro-derecha.
Con estos movimientos al centro tanto el PSOE como el PP han venido gobernando España las últimas décadas y con todos los matices que se quiera, el resultado ha sido razonable.
Pero la crisis del 2008 ha dado al traste con todos los paradigmas sobre los que se asentaba no solo la política española sino la del resto de Europa. Millones de personas se quedaron sin trabajo, sin vivienda, sin futuro, y la reacción ha sido en muchos casos abrir la puerta al populismo, unos al populismo de derechas, otros al de izquierdas.
Pero volviendo a la política española es interesante observar que tanto el PSOE como el PP se están alejando del "centro". Los socialistas porque sienten en la nuca el aliento de Podemos, los populares por la irrupción de Ciudadanos y ahora la de VOX.
Así que en el PSOE compiten con los podemitas pero se da la paradoja que parecen haberse convertido en un partido subsidario de Podemos. Hoy el PSOE se parece más a Podemos que Podemos al PSOE.
En el PP cuentan que Pablo Casado está obsesionado con recuperar los votos que se le han ido por la derecha a VOX y de ahí que esté a la caza y captura de esos votantes sin importarle que la cacería le está alejando peligrosamente del centro.
Albert Rivera podía haber ocupado ese espacio que le dejan a derecha e izquierda libre, el espacio de centro, pero a su vez parece empeñado en hacerse con los votos de los populares aunque eso le supongan situarse más a la derecha.
En definitiva los votantes de centro-izquierda y los de centro-derecha se han quedado sin un partido al que votar. Ni el PSOE les representa como antaño a los de centro-izquierda ni el PP tampoco representa a los de centro-derecha moderados.
Veremos qué sucede con esa orfandad cada vez más manifiesta.

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