Opinión

El buen hacer de la ministra Robles

Hay quién habla mucho y hace poco. Y hay quién habla menos y hace mucho. Hago está reflexión al hilo del eco de la celebración del 8 de marzo.
Y hay quién desde el ámbito de la política en vez de tirar salvas que hacen mucho ruido y poco más, se dedican a adoptar medidas que realmente suponen un avance en el camino de la igualdad.
Eso es precisamente lo que ha venido haciendo Margarita Robles desde que se hizo cargo del Ministerio de Defensa, dar un empujón cualitativo y cuantitativo a la igualdad dentro de nuestros Ejércitos.
No diré que me sorprende, porque cualquiera que haga recuento de la biografía de Margarita Robles lo primero que se topa es que lleva en el "servicio público" desde que ganó las oposiciones a la judicatura apenas sobrepasados los veinte años. Y esa ha sido su línea de conducta allí donde ha estado: no olvidar que su actividad tenía que estar dirigida al servicio de la sociedad, es decir al bien común. Por eso siempre ha sido, y seguirá siendo, un verso suelto adonde quiera que esté, porque para ella no hay más compromiso que el que adquiere con la sociedad.
Ese compromiso incluye hacer efectiva el desafío de la igualdad. Por eso la ministra, sin alharacas, ha modificado dos Reales Decretos y tres Órdenes ministeriales para avanzar en el camino de la conciliación dentro de las Fuerzas Armadas. Medidas de conciliación que afectan tanto a hombres como mujeres. Se trata de que la conciliación sea una realidad para quienes tienen hijos menores de cuatro años o para las familias monoparentales, o para quienes están separados y tienen la custodia compartida de los hijos, o quienes participan en misiones internacionales, incluso quienes necesitan disponer de tiempo para cuidar a familiares o personas a su cargo que tengan algún tipo de discapacitación.
Esto sí que es hacer "algo" y mucho por la igualdad y la conciliación. Como lo fue en su día la decisión de la ministra de que no se discriminara el acceso a las FAS de mujeres que tuvieran algún tipo de tatuaje (parece increíble que eso fuera un handicap).¡Ah! y la altura, sí, porque para ingresar en el Ejército hay que medir 1,60 y la ministra ha rebajado para las mujeres a 1,55 la altura para formar parte de las FAS.
En fin son estas medidas y muchas otras las que realmente sientan las bases para la igualdad y la conciliación necesaria para desarrollar una vida profesional y una vida laboral.
Digo yo que estas decisiones de Margarita Robles si que suponen ir empedrando el camino de la igualdad. Por eso de todo lo que hicieron los miembros del Gobierno el pasado 8 de marzo, amen de hacerse fotos y hacer declaraciones grandilocuentes en la manifestación de Madrid, yo me quedo con la ceremonia intima organizada en el Ministerio de Defensa en la que la ministra Margarita Robles entregó los Premios "Soldado Idoia Rodríguez". Para quienes no lo sepan Idoia Rodríguez fue la primera mujer militar que murió en Afganistán por la explosión de una mina. Y el premio en su memoria, lo que reconoce es la labor de quienes realicen actuaciones destacadas para potenciar el papel de las mujeres en las FAS. Este año el premio ha sido para las siete mujeres: la teniente Natalia Hernando Chueca, del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra, ha sido galardonada por "su ejemplo de esfuerzo personal para su progresión en la carrera militar". Ha pasado de reservista a ascender a Suboficial y luego a Oficial. También a la Teniente de Navío Marina Goicoechea tercera mujer en llegar a comandante de un buque de la Armada "por con su capacidad de trabajo y liderazgo, la visibilidad. Y también a las cabos del Ejército del Aire Diana Vetia Ruiz, M.ª Soledad Agea Cuadrado, Elizabeth Hernández Moreno, Rebeca Nobile Martínez, Teresa Pardo Moñino. Todas ellas miembros de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire por su "dedicación, sacrificio y espíritu de servicio como militares y deportistas de alto rendimiento, que les llevó a la obtención de la Medalla de Oro en el campeonato International Parachuting Formation Skydive Tournament CISM.
Como dice el refrán "hechos son amores y no buenas razones. Sin comentarios.

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