Opinión

A la deriva

La crisis del PSOE ya huele. Creo que en principio fue un acierto intentar enfriar el ambiente enrarecido que se había instalado en la organización después de la dimisión de Pedro Sánchez. Pero quizá el tiempo se ha hecho demasiado largo y el cansancio es patente no solo entre los militantes socialistas sino entre los ciudadanos.
Los acontecimientos políticos de nuestro país exigen una respuesta y un protagonismo del PSOE quién sin embargo está a medio gas, precisamente porque carece de un equipo dirigente estable.
En este momento en que el PP hace aguas es más necesario que nunca que haya una oposición creíble capaz de vislumbrarse como alternativa. El PSOE es el principal partido de la oposición por número de votos y de escaños y por tanto esa responsabilidad recae en el en primer lugar. Pero al estar descabezado es muy difícil su papel. 
Javier Fernández viene cubriendo todos los frentes que puede pero como presidente de la gestora tiene unos límites y por tanto no puede tener mas protagonismo.
En cuanto a los candidatos y sus cuitas la verdad es que resultan aburridos.
Pedro Sánchez se continúa presentando como adalid de la izquierda cuestionando a la gestora día si y día también y poniendo en cuestión a sus adversarios. Reconozco que a mí me resulta insólito verle erigirse en el "bueno" de la película después de haber gobernado el PSOE con mano de hierro y haber mandado al ostracismo a todo aquel que no le hacía la ola.
Por no decir que es difícil saber de verdad si tiene un pensamiento político propio o simplemente tiene intereses.
Susana Díaz por su parte hace lo que puede para convencer a los militantes socialistas que ella es la mejor opción, pero seamos sinceros, tampoco es que despierte un gran entusiasmo, salvo que muchos la ven como la única capaz de salvar al PSOE de Pedro Sánchez, conscientes de que si Sánchez repitiera como secretario general sería tanto como firmar la desaparición del PSOE. Así que Susana Díaz no entusiasma pero es quién parece poder garantizar que el PSOE siga siendo el PSOE. Eso sí, además de ser quién de la replica a Sánchez a Susana Díaz la sigue faltando exponer un programa consistente sobre que quiere hacer no solo con el PSOE sino en la política española.
En cuanto a Patxi López, viene clamando en el desierto. Quiere ser la tercera vía, el hombre del consenso, la argamasa que necesita su partido para cerrar heridas. El problema es que los "sanchistas" le aborrecen y los partidarios de Susana Díaz creen que esta tiene más posibilidades de ganar a Sánchez.
Y así, día tras día los tres aburriendo al personal sino fuera porque el PSOE se asemeja a un barco a la deriva en un momento en que es más necesario que nunca.

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