Opinión

un daño enorme a vigo

Probablemente cegadas por la oportunidad de una demanda que superaba de lejos la oferta de plazas, las navieras han causado un daño enorme a la imagen de Vigo, donde las Cíes son su mascarón de proa. Las empresas optaron de forma irresponsable por vender más billetes de los autorizados, el doble el sábado, y el resultado ha sido que cientos o miles de personas que habían decidido llegar a Vigo para conocer las islas se quedaron en tierra. Llueve sobre mojado: el pasado año hubo 14 expedientes abiertos por la Xunta por irregularidades de las empresas que se saldaron con 18.000 euros en multas. Hace unos días, este mismo mes, se incoó por el Parque Nacional y la Consellería de Medio Ambiente otro proceso sancionador por superar el aforo máximo permitido. Ahora la sanción será más grave, pero el daño está hecho. No es irreparable,pero sí serio: las navieras decidieron por su cuenta aprovechar el aluvión de peticiones para hacer su agosto. 
El sábado 19 las Cíes tuvo más de 4.500 visitantes, lo que supone acercarse al doble del aforo diario, 2.200 más los 800 campistas. Hubo quejas y los controles realizados por el Parque Nacional y la Guardia Civil dieron como resultado el aviso de que no se iba a tolerar ni un día más. El domingo pasó lo ya conocido, con miles de perjudicados, que probablemente no querrán saber más lo de pasar por Vigo. Ayer se repitió. La Xunta no tenía otra opción que impedir que las islas -catalogadas como un entorno verde con máxima protección- se convirtieran en un barrio superpoblado e impidió el desembarco, con el lógico enfado de cientos de personas con billete, en muchos casos adquirido hace semanas. El resto ya es conocido.
Para Cíes no supondrá un desastre absoluto, porque tiene arreglo pero no será rápido ni fácil si bien será obligada la imposición de mayores controles y sanciones a las navieras que han emitido tickets falsificados para incrementar sus beneficios. Pero para Vigo sí resulta un perjuicio muy serio. En ningún caso se puede permitir que se juegue con un asunto clave para el turismo local, que no deja de crecer cada verano y hay que cuidar. Cíes -en solitario o al frente del Parque Nacional- está en el inicio del largo camino hacia la Unesco y un paso en falso resultaría fatal. Las navieras no pueden seguir saltándose las normas que conocen perfectamente y los cupos de aforos. Suya es la principal responsabilidad de lo que ha ocurrido. Y llueve sobre mojado.  

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